sábado, 22 de marzo de 2008

El paso del Tiempo






Ha llovido mucho en este tiempo,
Muchos recuerdos volaron con el viento,
Quizás ya viva sin ningún complejo,
Pero miro mi débil reflejo
Dibujado en el frío cristal de espejo,
Que me muestra sin piedad que me he hecho viejo.

Mi cuerpo está repleto de estigmas,
Y mi pecho está decorado con consignas,
Reflexiono y veo que no me las merezco,
¿De qué sirven si la soledad
Es la enfermedad
Que padezco?

Mustio, podrido y roto está mi corazón,
Erosionado por querer llevar siempre la razón
Mis ojos ya no ven con ilusión,
Mis actos carecen de vocación,
Y a mi espalda me respalda,
Un camino repleto de equivocación.

Mis ojos dejaron de ver de aquella forma,
De aquella forma infantil,
Me regí por seguir toda norma,
Y mi mente quedó seníl.


Hablar solo no es gesto de locura,
Es lo único que me queda en esta tortura,
Mi mirada perdida solo chilla arrepentimiento,
Chilla ser arrastra con los recuerdos por el viento.

El tiempo, hizo mella en mí,
No tuve cuidado con el camino,
Con el camino que elegí,
Ahora tengo que aceptar mi destino,
Y a gusto poder partir.


Autor: Pedro Manuel Carmona Romero.

1 comentario:

María (LadyLuna) dijo...

El tiempo no se detiene ni aunque nos pongamos delante con la señal de stop. Y la vida va en dirección contraria.

Mejor hacer las cosas en el momento, y así no poder arrepentirse después...

Un poema que muestra la realidad, ademas, nos damos cuenta de ello un día al mirarnos al espejo y ver un reflejo viejo y sin ilusión.

Me encantó!